La cárcel me enseñó todo lo necesario sobre finanzas personales

Por: Roger ("Presidiario")
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Este es un artículo del invitado llamado Roger, un antiguo cliente mío, que se describe a sí mismo como “pájaro enjaulado”. Roger es una inspiración para todos los que lo conocen, ya que él mismo se rehabilitó y ahora dedica su tiempo a ayudar a otros a hacer lo mismo. Estoy encantado de que Roger se haya comprometido a hacer una contribución a esta página y animo a todos mis lectores a dejar comentarios para dejarle saber lo que piensan.
Vamos a dejar la maldad a un lado. Yo soy un ex-convicto. Tengo 34 años y he pasado 10 de los últimos 16 años tras las rejas por delitos que van desde posesión de drogas y robo, a cosas mucho más graves. No me siento orgulloso de las cosas que he hecho, pero me siento orgulloso de que he dejado estas cosas en el pasado.

Yo no soy un experto en finanzas y estoy lejos de los ricos, pero el dinero y los negocios siempre ha sido algo en lo que siempre he estado interesado, pero por desgracia, en lugar de invertir en artefactos e inversiones, opté por invertir en industrias menos aceptables. Tratar de estar en pie después de mi última liberación ha sido duro, pero las lecciones que aprendí en la cárcel me están ayudando recuperarme y comenzar una nueva vida. Espero que nunca tengas que aprender estas lecciones de primera mano, pero no dudes en aprender lo que tengo para compartir.
  1. La única persona que vela por ti eres tú mismo - Los funcionarios de prisiones, compañeros de celda, los amigos, los planificadores financieros, todos ellos fingen querer ayudarte y muchos lo intentan, pero a la hora de la verdad, cada uno mira primero por sí mismo. Toma el control de tu vida y tus finanzas y no confíes en los demás para cuidar de las cosas por ti. Es tu dinero y es tu vida.
  2. La deuda te cuesta más que dinero - La deuda es mala. Simple, ¿verdad? Pero no es sólo mala porque te cuesta dinero, sino que también te cuesta oportunidades y puede pesar mucho en tu alma. Caminar por el complejo sabiendo que le debes algo a alguien, te drena, es frustrante y te conduce a al estrés que no necesitas, preguntándote si tu deuda se va a arreglar o tu acreedor va a arreglar las cosas con un cuchillo. Sal de deudas y trae paz a tu mente.
  3. No eres más inteligente que el sistema - La cárcel está llena de chicos que pensaban que eran lo suficientemente inteligentes como para no caer, pero cayeron. Todo el mundo piensa que es especial, o que tiene alguna ventaja. No es así. No eres capaz de ganarle al mercado y no se puede obtener algo por nada. Apégate a los fondos fijos; si deseas jugar, ve a ver a Slick en el bloque oriental para un juego de naipes.
  4. Tus activos son sólo vale lo que alguien está dispuesto a pagar - El comercio de bienes y servicios es tan vibrante dentro de la prisión, como fuera y al igual que en el exterior, lo que tienes que ofrecer sólo vale lo que alguien está dispuesto a pagar. Un cartón de Marlboro no vale nada si todo el mundo quiere Winston. Demasiadas personas quedan atrapados por los valores artificiales de su casa, su automóvil, e incluso sus inversiones. Sólo porque usted piensa que su casa vale $300,000, no significa que eso es lo que un comprador te va a pagar.
  5. No cargues nada más pesado que tú - La mejor manera de meterte en serios problemas es tomar cosas que no puedes manejar. Conoce tus límites y aceptar lo que puedes y no puedes hacer. Si no puedes manejar tarjetas de crédito, córtalas. Si necesitas un presupuesto en efectivo para todo, házlo. Si necesitas ayuda, pídela.
  6. Negocios son negocios - Es fácil involucrarse emocionalmente en las cosas, aún cuando la lógica te dicta cortar tus pérdidas. Si tu meta es ganar dinero, gana dinero. Deja a los perdedores, vende cuando tu objetivo es vender y sé estratégico en tus movimientos. No esperes el siguiente rebote o simplemente un aumento más -haz un plan y atente a él. Sé más frío que el hielo cuando se trata de tus inversiones.
  7. Tu mayor activo es tu potencial para el futuro - Lo más valioso que tienes no es tu casa o tu cuenta de operaciones o tus ahorros. Es tu capacidad para trabajar, para ganar y avanzar. La razón por la cual mucha gente (incluido yo) acaba de nuevo en la cárcel, es porque no tienen las habilidades para hacer otra cosa que lo que la vida que nos dió en primer lugar. Trabaja duro en tu trabajo, muestra tu valor y mantente mejorando tú mismo siempre. Tu capacidad para ganarte la vida es lo mejor que tienes y no lo malgastes y nunca dejes de tratar de mejorar tú mismo.
  8. Hay belleza en la simplicidad - Mi tiempo encerrado me ha enseñado mucho, pero la lección más grande es que lo simple es hermoso. La felicidad no se trata de posesiones materiales, o las drogas, o dinero, o incluso el amor. Es acerca de la auto aceptación y la paz interior. Libérate del materialismo y aprende a aceptar quién y qué eres, porque la felicidad que estás buscando sólo puede venir de adentro.
  9. La única persona que puede ayudarte a cambiar, eres tú - He visto todo tipo de rehabilitación y programas de ajuste social, y todos son inútiles. Si deseas cambiar tus malos hábitos, si tus gastos son excesivos o eres adicto a la Oxycontin, tú tienes que desear cambiar más que nada. Todos los libros de autoayuda, asesoramiento, la oración y la formación no significan nada, si no estás dispuesto a cambiar desde lo más profundo.
Le doy las gracias a Money Grooving Lawyer, por dejarme compartir mis experiencias contigo. Les deseo a todos paz, felicidad y mucho éxito.

Puedes acceder al artículo original, en inglés, en el siguiente enlace: http://moneygrubbinglawyer.com/2009/01/08/everything-i-need-to-know-about-finance-i-learned-in-prison/

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